Recuerdo nítidamente la primera vez que canté delante de tí, y de repente, empezó a llover. Y ese beso mágico que aún conservo guardado en un viejo cajón, dentro de un baúl oscuro y sucio, nos mantiene altivos. Corríamos en dirección opuesta al viento, a contracorriente. Gritábamos, saltábamos, éramos felices. Fuiste lo más natural que conocí...Yo era tú, tú eras yo...Solo nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.